» Sabía que nuestro amor venía de otras vidas. Lo había percibido en una de mis visiones, y en todas él había muerto joven, dejándome siempre sola. Lo habían vencido los mismos errores que cometía una y otra vez en cada reencarnación; por eso sentía esa unión tan fuerte, ese deseo de estar con él y ayudarlo a superar todas las pruebas que esta vida nos exigía».
Extracto de Amacoy, fantasmas del viento